
¡Claro que no se puede!
Pero… ¿cuánto de lo que hacemos está condicionado por lo que piensan otras personas de nuestro actuar?
Lamentablemente pareciera ser más de lo que quisiéramos o pensamos, ya que muchas veces la forma en que nos movemos por la vida esta condicionada por nuestro inconsciente.
Actuar inconsciente se refiere a un comportamiento que podemos haber adquirido mucho tiempo atrás como mecanismo adaptativo y que hoy simplemente repetimos sin consciencia alguna de por qué lo hacemos así.
- ¿Cuántas veces hemos dicho cosas que en realidad no pensábamos sólo por quedar bien?
- ¿Cuántas veces hemos ido a lugares que en realidad no teníamos ni media ganas de ir?
- ¿Cuántas decisiones hemos tomado (o no tomado) por lo que nuestra familia, amigos o pareja pudieran pensar?
Cada vez que actuamos para agradar a otros nos cansamos, estresamos, deprimimos, enojamos y enfermamos. Nos alejamos de nosotras mismas, de nuestros verdaderos deseos y personalidad, perdiéndonos del disfrute, alegría y plenitud de actuar sintiéndonos en libertad.
Muchas veces detrás de esto existe una necesidad por encajar, por adaptarnos a nuestro círculo social, cultural o familiar. Nuestros propios miedos de no ser aceptadas o reconocidas comienzan a guiar nuestro actuar.
Lo importante es tomar conciencia de qué cosas hacemos o decimos para quedar bien con otros o adaptarnos mejor en esta sociedad. Reconocer nuestros miedos es el primer paso para comenzar a trabajar en ellos, fortaleciendo así nuestra autoestima para permitirnos ser lo que realmente somos.

Para agendar una hora pincha AQUÍ